Los relojes de proyección en las distintas superficies, a estas alturas, puede que no nos resulten en extremo novedosos. En estos tiempos, ya pocas son las cosas que logran maravillarnos… aunque este reloj seguro que te gustará.
Se trata de un reloj de proyección, es decir, una imagen lumínica que se traslada en el air y se estampa delicadamente contra las superficies de tu elección: paredes, techo, piso, la espalda de tu novia, la panza de tu amigo, donde quieras. Pero este reloj tiene una característica bastante especial: es un reloj analógico.
No más números cuadrados formados de rayas y puntos, el reloj analógico exhibe las agujas que giran y apuntan a elegantes números romanos de color negro, cobre un fondo blanco. Con este aparato podrás proyectar el distinguido sistema horario en superficies que estén hasta a 8 metros de distancia, podrás proyectar la hora en el segundo piso, en la entrada a tu casa, incluso sobre tu ventana… ¿acaso no sería distinguido tener un reloj sobre el dintel de tu puerta?
Además, esta proyección puede ajustarse en tamaño, con lo que podrás tener una imagen de menores dimensiones para colocarla en tu oficina o en tu estudio. Aunque, claro está, el mayor efecto lo lograrás a distancia, creando un efecto casi de Alcaidía en tu propio hogar.
Claro que no sólo se trata de saber el horario… con esta proyección analógica podrás jugar a ser Emmet Brown y volver al futuro en tu propia Torre del Reloj, crear tu fiesta temática londinense con tu Big Ben hogareño, o decorar tu hogar en la próxima noche de Brujas para crear un ambiente aterrador, con todo y reloj de antaño. Mucho más que un simple reloj que da las horas. Mucho más que una simple proyección cotidiana. Distinguido, elegante, llamativo y por demás vistoso, este reloj te dará infinitas posibilidades para crear ambientes extravagantes y fuera de lo común.