La Oca

El clásico juego de la Oca en una edición exclusiva. El tablero con el diseño original de finales del siglo XX y con ocas metálicas pintadas a mano, no es una Oca cualquiera, es La Oca Regalo ideal para nostálgicos de este tipo de juegos clásicos Y tiro porque me toca…

Laberinto Niñas

Juego del Laberinto en la edición de Niñas, les encanta a ellos recordando su juventud. Juego original de la década de los años veinte.

Por supuesto la tirada de éste juego es muy reducida, con lo que llega a ser casi material de coleccionista debido a la calidad del mismo y al reducido número de juegos puestos en el mercado

Laberinto Coche

Juego Laberinto Coche, un clásico que nuestros padres y abuelos pasaban horas y horas intentando tener todas las bolas dentro de los agujeros del tablero. Era su forma de pasar interminables ratos de diversión. Con distintos motivos de fondos, un juego replicado con calidad y empeño a los tiempos actuales.

Tangram

Juego de siempre, Tangram de madera para nostálgicos. Pero Tangram es sobre todo la posibilidad de crear uno mismo centenares de siluetas; personajes, animales, objetos usuales, etc.

Para lograr esto, los siete TANS deben juntarse hasta tocarse, sin estar uno sobre otros.

Les proponemos algunos modelos cuyas soluciones figuran en las últimas páginas. Cada modelo tiene un número igual al de la solución.

Peonza

La peonza de siempre, de madera. Demuestra la habilidad y destreza con este juego clásico muy bien acabado y presentado. Un guiño al pasado con un toque original y materiales nobles bien cuidados, como la madera

En Oriente se encuentran peonzas de todas formas y tamaños. En algunas regiones rurales se hacen de concha, alisándoles completamente los salientes puntiagudos. Los japoneses fabrican modernas peonzas de muchas clases, entre ellas la «peonza partera», que contienen peonzas más pequeñas que se sueltan al ponerse la grande a girar. En algunos países africanos son populares las peonzas huecas, que zumban o silban

Chapas

Las chapas con sus imágenes tan retros que coleccionábamos.

El juego de las chapas es tan viejo como las propias chapas, tan pronto como los niños descubrieron las chapas, vieron las posibilidades de juego que éstas les podrían proporcionar.