Si viviste en entre la segunda mitad de los 80 y la primera mitad de los noventa, muy probablemente hayas entrado –al menos una vez- a la piscina, con tus manos sobre la cabeza formando una aleta, tarareando la banda de sonido de la película Tiburón… ¿verdad? Bueno, que no te avergüence tu pasado, pues nosotros también lo hicimos.
Y en nuestra búsqueda de volver a experimentar esa sensación, hemos dado con este simpatiquísimo animalito operado por radio control. Tal cual lo hemos querido: un verdadero tiburón con todos sus detalles, que podemos hacer nada por el agua desde una distancia prudencial… claro: ¡la distancia que nos permite escondernos para que nuestra mascota acuática electrónica asuste a todo el mundo!
El tiburón teledirigido puede ser inmerso en aguas en cualquier lugar: la piscina, un lago, el acuario de tus pobres pececillos que nadarán despavoridos, o incluso en la bañera. Imagínate tomar un baño o, mejor aún: prepararle a tu chica un baño de burbujas, y cuando se ha sumergido activar el radio control para que vea asomarse por entre las pompas a este malvado tiburón… ¡vaya susto! Y puedes utilizarle sin cuidados: no muerde… Bueno, pues, ¿qué esperabas?
Su tamaño es adecuado a cualquier espacio (tiene 26,5 cm de largo), lo que te garantiza unos buenos ratos de diversión, planeando su próxima inmersión. Posee propulsores en la cabeza y en la cola, que le permiten desplazarse y girar hacia izquierda y derecha según la ubicación de su objetivo, es decir: de quien tú quieras asustar. El set posee también un cargador, que te brinda 5 minutos de juego con sólo 10 minutos de carga, y puedes utilizarlo con baterías.
Bueno, pues, ya sabes: si alguna vez soñaste con tener control sobre una perfecta máquina de matar (o, claro está: de asustar), esta es tu oportunidad de oro.