Llegar a casa, cansado luego de un largo día de trabajo, y ver la bañera que nos invita a relajarnos… ¡qué imagen maravillosa! La llenas de agua, le agregas las sales, las burbujas brotan por doquier, y te sumerges plácidamente. Pero se te antoja leer un buen libro… debes levantarte, secarte un poco, caminar hacia la repisa, buscarlo y regresar a tu baño. Pero, al poco tiempo, sientes sed, y te apetece una copa de helado vino blanco. Una vez más: te levantas, mojando las páginas de tu libro, empapas la toalla, mojas el piso del baño y dejas un recorrido de agua hasta la cocina, vuelves con tu copa llena y el agua ya ha comenzado a enfriarse… y de pronto el tedio hace que abandones tu baño de inmersión.
Pues ya no más: con el Caddy de Baño, en lo que llenas de agua caliente la tina, buscas todo lo que deseas y lo colocas en sus espacios reservados, de modo que cuando termines de llenar la bañera tan sólo te metes ahí y te dejas relajar completamente. ¿Te apetece un trago? Pues allí está, suspendido en el aire, sujetado por sus caños, listo para ser consumido sin hacer líos por toda la casa. ¿Quieres hojear el último número de la revista de carros? Allí lo tienes, sobre su superficie, a salvo del agua y de las burbujas, y hasta puedes regular el ángulo para que ni siquiera debas sujetarlo. ¡Sensacional!