A todos nos gusta jugar a ser expertos del vino. Aunque no lo seamos, eso no es lo importante: cuando cogemos la copa, hacemos girar la bebida en su interior, apreciamos su color, la olemos con el 110% de nuestra nariz dentro de la copa, pues digamos la verdad: nos sentimos, ¿cómo decirlo? Nos sentimos los tíos más sofisticados del mundo, ¿verdad? Vinaerator, el aireador de vino, es para nosotros, para los amantes del vino, expertos o no 🙂
Pero, desafortunadamente para los ansiosos, hay algo que sí sabemos: para que el vino refleje en verdad todo su esplendor, debe oxigenarse. Esto significa que debemos quitar el tapón y quedarnos pasmados, observando la botella con ansias por un mínimo de 20 minutos… una verdadera ETERNIDAD cuando lo que queremos es probar su sabor.
Pues eso es cosa del pasado con este sensacional invento, una verdadera revolución en el mundo que envuelve a esta mágica bebida: el aireador de vino, una buena solución al alcance de experimentados sommeliers y amateurs amantes del buen vino.
Este práctico artefacto es una suerte de receptáculo que hace un umbral para la bebida, entre la botella y la copa. Ni bien haces el descorche, ya puedes degustarla. Tan sólo debes servir el buen vino haciéndolo pasar por el aireador de vino para que la bebida se oxigene al instante, ¡y sólo se airea la bebida a ser consumida, evitando la oxidación del resto del contenido en la botella!
Es muy fácil de limpiar y no coge olores desagradables. Además, es ideal para cargar con él a todas tus reuniones y ser el salvador de la noche. Posee un sistema de corte anti goteo para evitar manchas y accidentes, porque ¡alguien sofisticado como tú no puede andar por ahí con manchas de vino en el bolso!