Superfinder

¿Cuántas veces te ha sucedido que olvidaste dónde pusiste tu teléfono móvil o las llaves del carro? ¿No es eso frustrante? Bueno, pues, ya no te angustiarás más por ser olvidadizo o distraído. Este ingenioso aparatito te ayudará a encontrar rápida y sencillamente esos objetos que usas a diario y que, sin embargo, siempre se te extravían.

superfinder

Ya no tendrás que desarmar todos los cajones buscando las gafas, ni revolver toda tu casa y tus muebles para hallar las llaves de la puerta de entrada, ni siquiera necesitarás pedir prestado un teléfono para hacer timbrar al tuyo y así poder hallarlo. Este simpático aparatito localizador viene provisto de dos etiquetas que podrás colocarle a esos objetos que pareciera que tienen vida propia, ya sea tus llaves, el móvil, las gafas, el mando a distancia, la cámara de fotos, el mazo de naipes… ¡o incluso tu mascota!

¿Tus hijos estuvieron jugando con las llaves del carro y no las encuentras? ¿Tu mascota se ha escondido en algún armario? ¿Llegaste a casa un tanto bebido y no recuerdas dónde pusiste la cartera? Despreocúpate: el Superfinder te ahorrará un buen rato de mal humor (¡y a veces hasta desesperación!), ayudándote a evitar demoras y angustias.

En cuanto algo se te haya extraviado, sólo es necesario activar este ingenioso artefacto y dar una vuelta en redondo hasta obtener una señal sonora y visual que te indicará hacia dónde debes caminar. No importa si no encuentras tu coche en el estacionamiento del centro comercial: no más debes dejar en él una etiqueta y ya. El Superfinder es tan potente que halla objetos escondidos entre los almohadones del sofá, debajo de las alfombras o entre los pliegues de un cobertor enredado. Con un alcance de 125 metros, ¡puedes incluso encontrar la canasta de picnic que olvidaste en el parque!

Es tan pequeño que cabe en tu cartera o bolsillo, con un tamaño similar al de una tarjeta de crédito, lo suficientemente práctico para cargar con él a todas partes. Es el regalo ideal para los olvidadizos, los despistados y para todos, pues… extraviar las llaves nos ocurre a todos alguna vez.

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