Al principio, el Cubo Bedlam parece un rompecabezas fácil hasta para niños. Consta de sólo 13 piezas y todo lo que tienes que hacer es reacomodarlas en la forma de un cubo. En otras palabras, solamente tienes que colocar nuevamente las piezas en la caja.
Comenzamos nuestro primer intento pensando que se terminaría en 5 minutos. Nos equivocamos. En dos horas el juego nos había llevado al borde de la locura.
Sorprendentemente, hay 19.186 soluciones, pero si intentas completar el rompecabezas al azar, tu nariz y tus orejas sangrarán a causa de la frustración. Y no sucederá solamente eso, sino que también te tomará años tener éxito. Solamente a través de la práctica y la familiaridad con las piezas puedes encontrar la solución.
Desesperante, divertido y desafiante, el Cubo Bedlam es el producto más adictivo que hemos visto en mucho tiempo.
Si lo desmontas poco a poco y memorizas la posición de las trece piezas es muy fácil volver a montarlo. Lo que ya es más complicado es ser original y encontrar nuevos modos de montarlo. Es muy divertido.